Arthur Rimbaud y otros poemas (1988/1990)

Transeúnte

A pie un hombre como
yo cruza la calle
que no es la Quinta Avenida
sino una calle atardecida
de los árboles
cotidiana como el hombre
que es su destino
como un transeúnte en invierno
y lleva lluviosa la ciudad
en su pecho como una
palabra atesorada que
junto a un cuerpo de mujer
encontrará su lugar en la tierra.


Epigrama

Sobre tu cuerpo
escribo
la palabra
como sobre la palabra
escribo tu cuerpo
que es también
un poema
que mi mano escribe
palabra a palabra
como cuerpo a cuerpo.


Epigrama

En el reino de
la palabra
escribo tu cuerpo
y creas el paraíso
En el reino de
tu cuerpo
escribo la palabra
y creas el poema.


Poema

Te escribo un poema
con mi cuerpo
cuando desnuda como una
fruta fresca y madura
entreabres tus muslos dulcemente
y recibes la primavera como
una palabra que te escribe un poema
y al consagrar en un verso tu vientre
ese reino donde se es libre
e inmortal se fecunda en la palabra
el territorio de tu piel y da a luz
el poema que tu cuerpo
en mi puño y letra, canta y sueña.


Oficio

Si acaso después
de escribir
como después del amor
eres un animal triste
como cuando escribes
sobre una hoja en blanco
como sobre un cuerpo
esa cosa volátil y un poco piadosa
que es la poesía que acaso
escribas por nostalgia
o una simple cuestión
de legítima defensa
pero que en realidad
escribes para seducir la vida.


Epigrama

Sobre esta tarde tu cuerpo
cae como la lluvia porque eres
la mujer que pasa con tu sonrisa
al viento y tu cuerpo que es
la morada de la palabra escribe
con mi mano este epigrama y la
ciudad bajo consigna te recorre.


Epigrama

Se abren los muslos de tu cuerpo
con la dulzura de la tarde
que anclada como un navío
espera ir mar adentro
y se recobra el verano
que golpea con el viento la ventana.


Esa mañana

Era octubre
y las hojas secas
caían sobre el patio
como Guevara
en la quebrada del Yuro
en esa mañana que tenue
y densa se negaba a esgrimir
la lluvia en días en que nunca
una mañana como esa audaz
se redimía en domingo
tierna como una mujer
que inclinada detrás
de ti te cerraba los ojos
con las manos
abiertas y frescas.


El tiempo

Oigo el tiempo
que crepita en el verano
en la tarde puesta
a orear como un trozo
de carne al vino
en las hojas muertas
del otoño que llueve como
cielo en tus ojos
en la noche que se lastima
bajo una podrida luz eléctrica
y en su silencio que me golpea
en la frente como una rama seca
y es como ese dulce viejo
que lee el periódico
y da de comer a las palomas
en el parque del retiro.


Epigrama

Golpea en la ventana la tarde
con esa dulce y eterna llovizna
que como mi mano cansada cae sobre
tus hombros blancos y vienes de la lluvia
como del amor con ese corazón a deshora
que ama a mansalva como una mujer
que es lo que eres cuando
te me desnudas con los ojos cerrados.

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Acerca del autor

Acerca del autor

Acerca del autor

Antonio Acevedo Linares (El Centro, Barrancabermeja, 1957) Poeta y Sociólogo. Magíster en Filosofía Latinoamericana y Especialización en Filosofía Política Contemporánea y Especialización en Educación en Filosofía Colombiana. Ha publicado: Arte erótica, 1988. Los girasoles de Van Gogh. Antología poética (1980- 1999) 1.999, Vol 1. CD, Poesía de viva voz, 2004. Atlántica, Antología poética (1980-2004), 2004, Vol 2 y seis Plegables de poesía. Sus textos figuran en selección de poetas a nivel nacional como regional, y paralelo a su actividad literaria ha publicado ponencias, artículos y ensayos sobre temas filosóficos, literarios e históricos en periódicos y revistas nacionales como de la ciudad de Bucaramanga en donde vive y escribe. Actualmente se desempeña como catedrático investigador en el Departamento Humanidades y Educación de la Universidad de Santander, UDES.