Los días que a diario son la muerte (2003/2005)

Tejados

En los tejados rojos
como atardeceres
las golondrinas paradas
en las antenas de televisión
hacen verano como bajo un
arcoiris vuelan los gallinazos
que rondan la muerte que
yace como un perro muerto
los gatos ronronean con la luna
y las palomas levantan el vuelo
como las sábanas y los blancos
calzoncitos de las muchachas
que revolotean al viento colgadas
de las cuerdas de alambres
en la azotea donde en el agua
de la alberca aletean las libélulas.
Planeta

Los antiguos habitantes
del planeta navegaron
en carabelas y descubrieron
el mundo en el otro lado del Atlántico
los modernos navegaron
por océanos en trasatlánticos
en aviones de reacción que
acortaron la distancia del mundo
y los contemporáneos navegan
por internet que hace más
pequeño al mundo y vía satélite
está al alcance de su mano.


Ajedrez

Son piezas blancas
y negras ese juego que
se rige por las mismas
estrategias de la guerra
entre ejércitos enemigos
y que tuvo su origen en
Oriente y como en un mundo
antiguo y noble tiene un rey
y una reina y sus vasallos
los peones, guerreros caballos
y diestros alfiles en ciudades
amuralladas de torres
símbolos de un remoto
pasado en donde se
amotinaron los vasallos
que con sus caballos y alfiles
dieron jaque mate al rey.


Epigrama

Ni otro paraíso ni otra tierra prometida
si tengo el paraíso y la tierra prometida
de tu cuerpo
ni otro cielo ni otra oración
porque tu cuerpo es mi salvación.


Mujeres

Con solo pestañear
pueden tener el mundo
en sus manos
el único requisito es
que sean exquisitas
que una mirada suya basta
para seducirnos
y llevarnos hasta sus lechos
en cualquier lugar de sus cuerpos
su poder es así de infinito
si logramos endulzar sus oídos
que es su órgano más frágil
porque son así de vulnerables
a las palabras tiernas
que las derriten como
todavía un ramo de flores
o un collar de diamantes
déjalas vivir y ejercer
su poder de seducción
y podrás acampar
bajo el cielo de sus ojos.


Las mujeres

Las mujeres que te
intuyen interesante
son las que se enamoran de ti
y las que se acarician contigo
si les lees un poema de amor
y las acaricias con las palabras
y le susurras al oído las cosas
más tiernas que nunca nadie se
hubiera atrevido a decirles
son así de frágiles
que una sola palabra
basta para que tengan
el mundo en sus manos.


Lucas
In memoriam

Anoche escribí
y mi perro Lucas
se echó a un lado de la
cama
en donde también leía
esta mañana
en tanto acostumbro a leer
recostado sobre su cabecera
y mis perros o gato se echan a mis pies
mientras leo o sosiego
bajo la luz día de una lámpara.
En la pared cuelgan títulos míos
y retratos a lápiz junto a mi
biblioteca
donde a veces oigo música
pero en esta mañana leo en silencio
y entre líneas
y con Lucas que me ladra
a levantarme a almorzar
de súbito me aflora escribir
éste poema que escribo.


Kafka

A ésta hora bajo
la lluvia Praga
está melancólica
la mira por la ventana
y observa los antiguos edificios
de sus estudios y oficina
y trazando en el aire un aro
con el dedo comprende que
ese pequeño círculo ha sido
su vida en la ciudad de las cien
torres que nunca abandonará
y en la que escribirá
la historia de un hombre
que una mañana al despertar
se encontró convertido
en un monstruoso insecto.


Bajo la lluvia

El hombre que escribe
éste poema es el que ahora
camina por esas calles
de su ciudad de parques de niños y agua
y que se detiene en ésta página
para escribir la ciudad
en la que bajo los semáforos
también se detiene en una esquina
la de casas de tejas rojas, la de olorosos
árboles de eucaliptos, la de las palomas
y las hormigas, la de las palmeras
y las muchachas, la de las cigarras
y las golondrinas, la ciudad que
escribe como camina
la ciudad del hombre bajo la lluvia.


Don Quijote

En una aldea de la Mancha
de cuya historia quiero
acordarme para escribirla
entre los viejos libros de su biblioteca
el Caballero de la Triste Figura
como lo llamó Sancho Panza
poseído por el delirio de la lectura
de libros de caballerías
a los campos de Castilla
sale un día de su aldea a restaurar
el honor, la justicia y el coraje
cabalgando en “una yegua
derrengada” de nombre Rocinante
junto a Sancho Panza, su fiel
escudero montado en un asno
y es ese mundo perdido escrito en
las páginas de los libros de caballerías
que delira convertirlo en realidad
y que lo enamora de Aldonza Lorenzo
la bella labriega que delira como
la dulce Dulcinea del Toboso
y ve gigantes en los molinos de viento
y ejércitos en los rebaños de ovejas
pero es un mundo de bandidos
y pastores de cabras y doncellas
y descubre que también él es leído
y denuncia esa versión de sus azarosas
aventuras en el que el verdadero
Don Quijote que es él no es el mismo
de la versión apócrifa de Avellaneda.
Ha delirado doncellas como princesas
y posadas como castillos pero
en la llegada al castillo de los Duques
y ofrecérseles castillos y princesas
reales y una Insula, Barataria
para que la gobierne Sancho Panza
recobra la lucidez
y regresa a morir a su aldea.
Ha realizado tres viajes
o salidas de su aldea
por la Mancha, Aragón y Cataluña.


Lengerke

Una recua de mulas
con su equipaje
lo acompaña en su viaje
cuando recorre los caminos
a caballo con un revólver al cinto
desde su castillo de Montebello
en donde hay un piano Pleyel
traído en un planchón por el Magdalena
y subido a lomo de mula hasta sus
lujosos salones
su equipaje son sombreros de copa,
levitas, espadines de duelo, medicinas
europeas, brújulas y un cuchillo toledano
partituras para piano de Schubert
Mozart y Beethoven,
libros de Hoffman, Sué y Walter Scout
huye de la justicia por un duelo
y llega a América por el Catatumbo
a través del río Zulia.
Ha viajado extensamente por Europa
y conocido al Barón de Humboldt
alto, de pelo rojizo y barba
seduce por igual a mujeres
políticos y labriegos
con su don de señor feudal
e ideas ilustradas y utópicas
que aunque masón y librepensador
en secreto apoya a los liberales
y se rumora que es luterano
y libertino por sus fiestas
que son orgías de alcohol y sexo
y prácticas de espiritismo.
Su vida será la “novela heredada”
del padre que no la escribió
y del hijo que la conoció de su
abuelo en estas tierras inhóspitas
donde crece la hierba entre
las piedras de sus caminos.


Canción de la paz y la guerra

La paz la quieren con guerra
y la guerra con sangre

la paz de los jardines de paz
y la guerra de los criminales de guerra

declara la guerra a la guerra
para que la paz se tenga en paz
y haz que la paz no siga dando guerra

haz la paz a la guerra para
que la guerra descanse en paz.


Nocturno

A las diez de la noche
por la ventana
de esta habitación
vi la ciudad bajo la media luna
vi las parejas entrar
de la mano a los moteles, vi una
legión de taxis amarillos
a la espera de pasajeros nocturnos
vi las antenas parabólicas en
los tejados de los edificios, vi los avisos
de luces de neón de los supermercados
vi la intermitente luz roja de la torre
del aeropuerto, vi los árboles del parque
estremecidos por el viento, vi los
enamorados y los ebrios pasar
vi las dos torres blancas de la
catedral, vi la insomne estación
de gasolina, vi la noche con
sus transeúntes y la llovizna
y me vi fumar en la ventana
mirando la ciudad
anochecer bajo las estrellas.

Mitología griega de las sirenas

Las hermosas ninfas del mar
con cuerpos de pez y cabeza de mujer
hijas del dios Forcis que con la dulzura
de su voz los marinos eran atraídos hacia
las rocas desde donde las ninfas cantaban.
Odiseo bajo los consejos de la hechicera Circe
tapó los oídos de sus marinos con cera
y se hizo atar al frente del mástil de la nave
y siguió adelante al pasar frente a su isla
sin peligro de los cantos hechiceros de las sirenas.
Los argonautas escaparon de sus cantos
porque Orfeo a bordo de la nave Argos cantó
dulcemente y anuló el efecto del canto de las ninfas.
Según cuentan la leyenda las sirenas
se arrojaron al mar avergonzadas de la huida
de Odiseo y de la victoria de Orfeo y perecieron.


El agorero

Son los días que hoja
a hoja de calendario
son la muerte
y acaso lo mejor del domingo
es el sábado por la tarde
los lunes de duelo son como
llevar flores al cementerio
los martes aciagos como solitarias
iglesias y barcos bajo la lluvia
los miércoles de ceniza
como olorosos a incienso
los jueves advenedizos como
un vendedor de pompas fúnebres
y los viernes de delirium tremens
como bares de mala muerte
esa que nos aguarda
como un fin de semana.


Halloween

La luna está llena
acaba de cenar
y esta noche está más
blanca y hermosa
como un queso
que ilumina la ciudad
con su halo de misterio
y los niños se disfrazan
de corsarios, príncipes
de las tinieblas o de hombre lobo
en la noche de halloween
o de las brujas o fantasmas
y golpean a las puertas
por unos caramelos
y las niñas vestidas de hadas
o bailarinas árabes parecen
salidas de un cuento
del libro de las mil
y una noches o de una historia
de Lewis Carrol en Alicia
en el país de las maravillas
y como envueltos
en una sonrisa
le regalamos dulces
a los niños
que ya no somos.


Variación a José Eustasio Rivera

Antes de que me hubiera apasionado
por mujer alguna, jugué mi corazón
al azar y me lo ganó la poesía.


Neruda

Este poema se escribió a partir de los recuerdos de Neruda
de su infancia y de su posterior viaje definitivo a Santiago.

Llueve en Temuco tierra donde
crecí al sur de Chile y en calles inhóspitas
de piedra en piedra caminamos hacia
el colegio y los paraguas se los lleva el viento
y los zapatos echan vapor como pequeñas locomotoras.
Mi padre ferroviario conduce un tren con vagones
de piedra y en un vasto caserón leo a Buffalo Bill
y a Emilio Salgari y la furia del mar me sobrecoge
con sus caracolas y en los bosques los escarabajos
los pájaros y las flores son una maravilla de la
naturaleza y escribo cartas de amor en su nombre
de mi compañero de liceo a la niña hija del herrero
que me reconoce y me da su corazón en membrillos
como Rimbaud y Verlaine sus versos ebrios y desolados.
Un tren nocturno y con un baúl de hojalata, mi traje
negro de poeta y una capa como un espantapájaros
delgadísimo y afilado como un cuchillo me lleva
a Santiago que oloroso a gas y a café los tranvías
pasan con un estrépito de fierros y campanillas
y en una pensión de la calle Maruri solitario
y triste me refugió en mi poesía.


La mano encantada

La mano encantada
Gérard de Nerval
La mano que empuña
la pluma sobre el papel
la que acaricia un cuerpo
la que dibuja un cielo, la que
pasa la otra página, la que
fervorosa aplaude, la que golpea
a martillo, la que siembra un árbol
la que asiste a dar a luz, la que riega
las flores, la que arrulla la cuna
la que ara la tierra, la que fuma
pensativa un habano, la que acaricia
el lomo de un animal, la que toca
un instrumento musical, la que crea
mágicamente con la sombra, la que
se posa en tu hombro, la que se peina
su pelo, la que teje escarpines
la mano pacífica de un hombre
y una mujer que se
encuentran y se aman.


El amor

El amor sólo se cura
en el lecho de las arenas
ardientes
de la hierba mojada, la orilla del mar
la orilla de las ventanas o los ríos
los lechos de sábanas blancas
o en los lugares más inhóspitos
de la ciudad o el bosque.
El amor sólo se cura
si lo llevas a los lechos
de invierno o del verano
y lo haces sentir
una pasión indomable.


Epigrama

Bajo la especie de una
biblioteca un hombre que
moró por los libros se figuró
el paraíso y una mitología
en la forma de un jardín
con manzanas prohibidas
y hubo quienes como
suntuosos palacios de oro.
En la forma de tu cuerpo
yo me imagino el paraíso.


Conflagración

En la conflagración
de tu cuerpo
no quedarán
cenizas sino caricias
acaso ese olor acre de tu sexo
el sabor a rubor de tus mejillas
la huella de tus labios rojos
tu pelo revuelto
y ese brillo en tus ojos
de la conflagración
de tu cuerpo sobre mi cuerpo.


El mundo que te habita

Al abrir la puerta
de la jaula no es un pájaro
el que vuela
es la libertad que se recobra
como no es el viento
el que se entra
cuando abres las ventanas
sino los fragores de la ciudad nocturna
y no son las páginas que sientes
cuando abres un libro dulcemente
sino es el olor de los árboles
de lo que están hechas sus hojas
y donde moran felices las palabras
como cuando abres un cuerpo
es el mundo el que te habita.


Mayo
Poema basado en el relato,
El ramillete de Mayo, de Flor Romero

Mayo son las flores
abiertas como las banderas
obreras del primero de Mayo
y son las madres de la Plaza
de Mayo en Buenos Aires
con las pañoletas blancas en su pelo
y con las fotografías de sus hijos
desaparecidos como los estudiantes
en París en Mayo del 68
arrojando un cóctel molotov
contra las barricadas de los policías
y la proclama de la imaginación al poder
y son las banderas blancas
con cintas azules a la Virgen
a la orilla de las carreteras
o en los balcones volados
de los pueblos de mi país.
Mayo la flor
de la Catleya
de un país que soñamos.


Mi Patria

Tu cuerpo es mi patria
rodeado de dos océanos
y un hermoso horizonte
y su paisaje son dos colinas
y un valle fértil como
su monte de Venus
en donde ondea una bandera
como su pelo del viento.
Tu cuerpo es mi patria
con sus preciosos yacimientos
y agrestes desembocaduras
como con su parque natural
de los nevados y sus cascadas
su jardín de orquídeas y corales
sus ciénegas y arrecifes
desiertos y santuarios
de flora y estoraques.
Tu cuerpo es mi patria
que escribo y amo
y sueño en ésta página.


Labios

Tus bellos labios
como la sonrisa de la Gioconda.

Alabados sean en tu cuerpo
como los girasoles de Van Gogh.

Tus bellos labios rojos como los de tu boca
que palpitan bajo tu falda como tu corazón
maravillosos como la torre Eiffel.

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Acerca del autor

Acerca del autor

Acerca del autor

Antonio Acevedo Linares (El Centro, Barrancabermeja, 1957) Poeta y Sociólogo. Magíster en Filosofía Latinoamericana y Especialización en Filosofía Política Contemporánea y Especialización en Educación en Filosofía Colombiana. Ha publicado: Arte erótica, 1988. Los girasoles de Van Gogh. Antología poética (1980- 1999) 1.999, Vol 1. CD, Poesía de viva voz, 2004. Atlántica, Antología poética (1980-2004), 2004, Vol 2 y seis Plegables de poesía. Sus textos figuran en selección de poetas a nivel nacional como regional, y paralelo a su actividad literaria ha publicado ponencias, artículos y ensayos sobre temas filosóficos, literarios e históricos en periódicos y revistas nacionales como de la ciudad de Bucaramanga en donde vive y escribe. Actualmente se desempeña como catedrático investigador en el Departamento Humanidades y Educación de la Universidad de Santander, UDES.